DESPACHOS DE BRANDING


Errores de cotizaciones fantasmales
Los despachos de branding regularmente acuden al “dedo ensalivado al aire” para establecer el precio de un proyecto. Esta práctica, por insólita que parezca, es modelo de muchos despachos, al igual que el famoso “según el sapo es la pedrada”.
ADM provee información para que el despacho reconozca el esfuerzo de sus equipos de trabajo en horas, y así tenga un criterio exacto del costo promedio de un proyecto para establecer umbrales de exceso de trabajo sano-no sano.
Colaboradores fijos con demanda cambiante
Los despachos de branding pueden cometer el error de crear estructuras de talento fijo y no reconocen que en ciertos meses del año se pueden picar los ojos, pues su demanda es variable.
Para gestionar un despacho, ADM promueve una lectura tanto de cada proyecto como del total de la estructura del despacho, así provee información histórica de qué estructura es aconsejable para no tener sub-ocupación, pérdida por poco aprovechamiento de la nómina y malas señales a los empleados que pueden pedir aumentos en los periodos con menos trabajo cuando incluso no estén trabajando en proyectos lucrativos.
Mix de proyectos por igualas y por proyecto
Cuando los proyectos son por iguala y por proyecto, y no se orquestan los centros de costos y las estructuras, puede haber problemas porque las igualas financian la unidad de proyectos, y viceversa.
ADM provee una organización para cada unidad dentro del despacho y organiza los centros de costos y las estructura para que se identifique la misión de cada unidad con un sentido de rentabilidad y liquidez en cada una. Estructuras que antes funcionaban con el tiempo se pueden deteriorar y meter en problemas al despacho.